lunes, 25 de mayo de 2015

«Todos los caminos conducen a Roma».





Ésta expresión es de gran uso en nuestra cultura popular, y puesto que no parece haber una explicación única, aquí os dejo la mía que responde en dos posibles vertientes.

1- Roma se expandía con cada nueva conquista a un ritmo acelerado. Ya en el año 62 a.C. tenían provincias en España, sur de Francia, Grecia, la zona occidental de Turquía, parte del norte de África, etc. Aunque la flota romana se manejara por el Mediterráneo, con toda ésta región a gobernar, se hacía necesario una vía de transportes por tierra, que pudiera desplazar rápidamente a los ejércitos, de uno a otro lado del territorio gobernado.

También era perentorio que un mensajero pudiera moverse velozmente por los caminos. Sobre todo en las fronteras para que, al poder avisar de algún disturbio o revuelta, se agilizara su solución si hacían falta algunos refuerzos.

Así, era preciso tener unas buenas vías de comunicación dentro del imperio, que desplazaran tanto a soldados como a bestias por calzadas de paso rápido.

2- Otra explicación sería que, puesto que Roma era el gran Imperio a conquistar, todos los pueblos ansiosos de gloria y fortuna quisieran entrar a saquear la capital romana. De aquí la expresión «todos los caminos conducen a Roma» vendría a decir que, todos los pueblos querían llegar a las riquezas que poseía la ciudad romana.

Sea una u otra explicación (aunque habrá otras varias) sí que es verdad que las calzadas facilitaban el paso de tropas y viajeros de tal forma que en su mayor esplendor llegaron a sumar un total de 76.000 kms.



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